Es el término que define el grupo de circuitos impresos clasificados por las normas IPC como tarjetas para dispositivos de larga vida de funcionamiento continuo pero no necesariamente critico en el evento de presentarse una falla. Comprende una serie de criterios de aceptabilidad definidos como término medio en los materiales usados y en los procesos de inspección en busca de defectos de fabricación y ensamble de tarjetas electrónicas.

Usualmente es certificada por los fabricantes de acuerdo a los criterios y a la tecnología aplicada para detectar defectos a tiempo durante los procesos para así ajustar sus parámetros de acuerdo a las exigencias del producto final