Es la expresión que describe en circuitos impresos la diferencia que debe existir entre el valor nominal (teórico exacto) del diámetro de una perforación y su valor real en la práctica que permita colocar y retirar con facilidad el terminal del componente que alojará en su interior.
En el caso de perforaciones metalizadas su medida está usualmente entre 0.2 mm (8 mils), lo que permite encajar fácilmente un componente y hasta 0.5 mm (20 mils) para desoldar con la facilidad que requiera el dispositivo en caso necesario.